El cuidado de autos no se limita a lavarlos y mantenerlos limpios por fuera. Aunque muchas personas creen que mantener un vehículo en buen estado es cuestión de estética, lo cierto es que una atención adecuada puede alargar significativamente la vida útil del auto, optimizar su rendimiento e incluso evitar accidentes. En Chile, donde las condiciones climáticas pueden variar drásticamente entre regiones y las distancias entre ciudades son considerables, cuidar bien el vehículo no es un lujo, sino una necesidad.
Sin embargo, muchos propietarios cometen errores, algunos por desconocimiento, otros por descuido, que pueden llevar a reparaciones costosas o incluso poner en riesgo su seguridad. En este blog te mostraremos cuáles son esos errores más comunes en el mantenimiento automotriz y cómo puedes evitarlos de manera práctica y efectiva.
Ignorar los intervalos de mantenimiento recomendados
Uno de los errores más frecuentes es no seguir el plan de mantenimiento recomendado por el fabricante. Cada modelo tiene sus propias necesidades, y dejar pasar los plazos para revisiones puede ser perjudicial. Algunas personas solo llevan el auto al taller cuando ocurre una falla evidente, pero muchas de las piezas críticas del vehículo se desgastan de forma silenciosa.
Por eso es clave programar revisiones periódicas. Acciones simples como la afinación de auto, que incluye revisar y ajustar diversos componentes del motor, pueden evitar problemas mayores. Esta puesta a punto mejora el consumo de combustible, reduce las emisiones contaminantes y asegura que el motor esté trabajando de forma eficiente.
Si nunca has considerado este proceso como parte de tu rutina, es buen momento para hacerlo. Existen servicios especializados de afinación de auto en Chile que garantizan un trabajo profesional adaptado a las condiciones locales.
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No cambiar las bujías a tiempo
Aunque parezcan una pieza menor, las bujías cumplen una función fundamental: generar la chispa que enciende la mezcla de aire y combustible en el motor. Si no se cambian a tiempo, el motor puede empezar a fallar, presentar tirones o consumir más combustible de lo normal.
Muchos conductores en Chile esperan hasta que el vehículo muestre signos evidentes de falla para considerar el cambio de bujías, pero esto es un error. Las bujías deben ser inspeccionadas regularmente y reemplazadas según las recomendaciones del fabricante, lo cual suele ocurrir cada 30.000 a 50.000 kilómetros, dependiendo del tipo de bujía y del uso del auto.
Un cambio a tiempo puede prevenir gastos importantes y mejorar notablemente el rendimiento del motor. Además, es una intervención sencilla que toma poco tiempo pero tiene grandes beneficios a largo plazo.
Descuidar el cambio de aceite
Uno de los pilares del mantenimiento automotriz es el cambio de aceite. Sin embargo, aún es común encontrar personas que no dan importancia a esta tarea o la postergan más de la cuenta. El aceite lubrica las partes móviles del motor, previene el desgaste prematuro y ayuda a disipar el calor.
En un país como Chile, donde algunos vehículos recorren largas distancias por carretera y otros enfrentan condiciones urbanas exigentes, mantener el nivel y la calidad del aceite es vital. Usar el aceite incorrecto o esperar demasiado tiempo para reemplazarlo puede causar daños irreversibles.
Idealmente, el aceite debe cambiarse cada 5.000 a 10.000 kilómetros, dependiendo del tipo de aceite y las condiciones de uso del vehículo. Este proceso también incluye reemplazar el filtro de aceite, que atrapa las impurezas del motor. No subestimes la importancia de este mantenimiento rutinario, ya que es uno de los más económicos y efectivos para preservar la vida del motor.
Usar combustible de baja calidad
Otra práctica común y riesgosa, es optar por combustibles de baja calidad solo por ahorrar unos pesos. En muchas estaciones de servicio del país puede encontrarse combustible de diferentes octanajes, y algunos vehículos requieren una calidad específica para funcionar correctamente.
El uso prolongado de combustible inadecuado puede obstruir los inyectores, afectar la combustión y dañar el sistema de escape. Además, puede alterar el desempeño del motor y aumentar el consumo de combustible. Si el manual de tu auto recomienda usar bencina de 95 octanos, no uses 93 solo porque es más barata; esa diferencia de calidad puede representar mayores gastos a futuro.
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Ignorar ruidos o señales del vehículo
Los autos modernos están equipados con múltiples sensores e indicadores que alertan sobre problemas mecánicos, pero muchos conductores los ignoran o los postergan indefinidamente. Lo mismo ocurre con ruidos extraños como golpeteos, chillidos o zumbidos.
Estos sonidos pueden ser señales tempranas de fallas graves en el sistema de frenos, suspensión o dirección. Esperar a que el auto se detenga por completo para acudir al taller es un error que puede costar caro. La clave en el cuidado de autos está en la prevención, y escuchar lo que tu vehículo te dice es parte de ese proceso.
No revisar los neumáticos y la alineación
Aunque los neumáticos son el único punto de contacto del auto con el suelo, a menudo se les presta poca atención. Circular con neumáticos desgastados, desinflados o mal alineados puede afectar la estabilidad del vehículo, aumentar el consumo de combustible y poner en riesgo tu seguridad.
En Chile, donde las condiciones del pavimento pueden variar mucho de una ciudad a otra, es importante revisar periódicamente el dibujo de las ruedas, su presión y el balanceo. Además, si notas que el auto se va hacia un lado al soltar el volante, probablemente necesite una alineación urgente.
Cambiar los neumáticos cuando están desgastados, mantener la presión adecuada y hacer una rotación cada 10.000 km son medidas simples pero efectivas que marcan la diferencia.
Lavar el auto de manera incorrecta
Este puede parecer un detalle menor, pero lavar el auto de forma incorrecta puede deteriorar la pintura y afectar partes sensibles. Usar detergentes abrasivos, cepillos duros o esponjas sucias puede generar rayaduras y opacar el acabado del vehículo.
Además, en ciudades con alta exposición al sol como Santiago o Antofagasta, dejar restos de jabón o suciedad puede generar manchas difíciles de quitar. Lo ideal es usar productos específicos para autos y secar el vehículo con paños de microfibra.
Dejar el auto sin uso por largos periodos
Muchos creen que no usar el auto lo mantiene intacto, pero la inactividad prolongada también genera problemas. Las baterías se descargan, los neumáticos se deforman y los fluidos se sedimentan. Si vas a dejar el vehículo sin usar por más de un mes, es importante tomar precauciones: desconectar la batería, inflar los neumáticos a una presión mayor y cubrir el auto con una lona que permita la ventilación.
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No contar con un taller de confianza
Uno de los pilares fundamentales del buen mantenimiento es tener un taller o técnico de confianza. En Chile, especialmente en ciudades grandes como Santiago, Valparaíso o Concepción, la oferta de servicios automotrices es variada, pero no todos ofrecen la misma calidad.
Elegir un lugar con buenos estándares, que use repuestos originales y cuente con técnicos capacitados puede hacer toda la diferencia. También es recomendable optar por servicios especializados cuando se trate de intervenciones importantes como el cambio de aceite, la afinación de auto o el cambio de bujías, ya que requieren conocimientos técnicos específicos y herramientas adecuadas.
Olvidar la documentación y seguros
Aunque no se relaciona directamente con la mecánica, tener los documentos al día es parte del cuidado de autos. Circular sin revisión técnica, SOAP o permiso de circulación puede acarrear multas e incluso la retención del vehículo.
Asimismo, contar con un buen seguro automotriz protege tu inversión ante imprevistos como accidentes, robos o desastres naturales. Asegúrate de revisar las coberturas, compararlas y renovarlas a tiempo.
El impacto del clima en el mantenimiento del auto en Chile
El clima chileno es especialmente diverso: desde las condiciones extremas del desierto de Atacama hasta la humedad constante del sur del país. Esta variedad de entornos puede influir notablemente en el desgaste y funcionamiento de un vehículo. En zonas áridas, el polvo y la arena pueden afectar filtros y sistemas de ventilación, mientras que en zonas lluviosas es común que la humedad cause corrosión en partes metálicas o fallas eléctricas si no se hace un mantenimiento adecuado.
Por esta razón, el cuidado de autos debe adaptarse a la realidad geográfica y climática del lugar donde se circula. Si vives en una zona costera, por ejemplo, es recomendable lavar el vehículo con más frecuencia para remover restos de sal que podrían oxidar la carrocería. Si estás en el norte, revisa constantemente los filtros de aire y limpia con regularidad el sistema de ventilación.
Además, es aconsejable mantener un calendario personalizado de revisiones y priorizar intervenciones clave como la afinación de auto, el cambio de bujías o el cambio de aceite, ya que estos procesos ayudan a estabilizar el rendimiento del vehículo frente a variaciones ambientales.
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Cuidar tu auto es cuidar tu seguridad y tu bolsillo
Prevenir siempre será más barato que reparar. Un auto bien mantenido no solo te lleva de un punto a otro: también representa seguridad para ti y tu familia, ahorro en combustible y reparaciones, y mayor valor de reventa.
Ya sea que realices tú mismo algunas tareas básicas o que prefieras acudir a servicios profesionales, incorporar estos cuidados en tu rutina te permitirá disfrutar de un vehículo en excelente estado por mucho más tiempo. Y si aún no lo haces, es momento de agendar esa afinación, revisar las bujías o hacer el cambio de aceite que tu auto está necesitando.