La contaminación por plásticos es uno de los problemas ambientales más graves del siglo XXI. Aunque la mayoría de las personas están familiarizadas con la idea de que los plásticos dañan el medio ambiente, pocos conocen el impacto directo que la contaminación por plásticos tiene sobre nuestra salud.
En este artículo, vamos a explorar en profundidad cómo la contaminación por plásticos afecta nuestra salud, los mecanismos detrás de este impacto, y qué se puede hacer para mitigar este problema.
¿Por qué la contaminación por plásticos es un problema de salud?
Los plásticos están hechos de polímeros sintéticos derivados del petróleo. Estos materiales, que se producen en masa para una variedad de aplicaciones (desde empaques hasta productos de consumo), no se biodegradan fácilmente. A medida que los plásticos se descomponen, lo hacen en partículas más pequeñas conocidas como microplásticos, que se dispersan por todo el medio ambiente.
Esta contaminación por plásticos se ha convertido en una amenaza global, afectando no solo al ecosistema, sino también a la salud humana. El problema es que estos microplásticos, así como los plásticos más grandes, están presentes en el aire, el agua y la comida que consumimos. Y a medida que los plásticos se descomponen, liberan sustancias químicas que pueden ser absorbidas por los seres vivos, incluidos los humanos.
También te puede interesar leer: 5 herramientas para contadores que debes saber

Los microplásticos: ¿Qué son y cómo entran en nuestros cuerpos?
Los microplásticos son fragmentos de plástico que miden menos de 5 milímetros. Son resultado de la descomposición de plásticos más grandes, o también pueden ser productos fabricados intencionadamente, como los exfoliantes en productos cosméticos.
La contaminación por plásticos ha permitido que estos microplásticos se conviertan en una amenaza latente para la salud, ya que se dispersan ampliamente en el medio ambiente. Entonces, ¿cómo entran estos microplásticos en nuestro cuerpo?
Inhalación
Los microplásticos están presentes en el aire, especialmente en áreas urbanas y cerca de zonas industriales. Las partículas diminutas son lo suficientemente pequeñas como para ser inhaladas por los humanos. Esto puede provocar una acumulación en los pulmones, donde los microplásticos pueden irritar los tejidos pulmonares, y aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Ingestión
Los microplásticos están en los alimentos que consumimos y en el agua potable. Se han encontrado microplásticos en pescados y mariscos, ya que estos animales los ingieren mientras nadan en los océanos contaminados. Además, el agua potable a menudo contiene microplásticos, ya que las plantas de tratamiento de agua no están diseñadas para filtrar estas pequeñas partículas.
Contacto dérmico
Aunque la piel tiene cierta capacidad de protección, estudios recientes han sugerido que pequeñas partículas pueden penetrar la epidermis. Este tipo de contaminación por plásticos es más insidioso, ya que ocurre de manera cotidiana a través de productos de uso personal, lo que aumenta la exposición sin que muchas personas sean conscientes del riesgo.
También te puede interesar leer: Riders SAC: Innovación y seguridad en transporte vertical

Efectos del plástico en la salud humana
1. Toxicidad química
Muchos plásticos, especialmente los de uso común como el polietileno, polipropileno y policloruro de vinilo (PVC), contienen sustancias químicas peligrosas que, con el tiempo, se liberan al ambiente y a los cuerpos humanos. Una de las sustancias más conocidas es el bisfenol A (BPA), utilizado en la fabricación de plásticos duros como los de las botellas y los recipientes de almacenamiento de alimentos.
Cuando los plásticos se descomponen, especialmente bajo condiciones de calor o exposición a la luz, liberan químicos como el BPA y los ftalatos. Estos compuestos pueden penetrar en el cuerpo humano a través de la piel, la ingestión o la inhalación, y acumularse en el organismo con el tiempo, lo que contribuye a la creciente contaminación por plásticos y sus efectos nocivos en la salud humana.
2. Disruptores endocrinos
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que interfieren en la acción de las hormonas del cuerpo, especialmente las hormonas sexuales y las hormonas relacionadas con el desarrollo y el crecimiento. El BPA, los ftalatos, y otros compuestos químicos presentes en los plásticos se identifican como disruptores endocrinos que afectan el funcionamiento normal del sistema endocrino.
Por ejemplo, la exposición al BPA durante el embarazo puede alterar el desarrollo cerebral del feto, afectando su comportamiento y capacidad de aprendizaje en la vida adulta. La contaminación por plásticos es particularmente peligrosa durante el embarazo, ya que estos compuestos pueden tener efectos duraderos en el desarrollo de los niños.
3. Riesgo de cáncer
La relación entre la exposición a plásticos y el aumento del riesgo de cáncer ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Los ftalatos, utilizados en la fabricación de plásticos flexibles, y el BPA, presente en plásticos rígidos, son dos de los compuestos más preocupantes en este sentido. Ambos se han identificado como carcinógenos potenciales, sustancias que pueden inducir la formación de células cancerígenas.
El BPA, por ejemplo, puede alterar la función del sistema hormonal y desencadenar la proliferación celular anormal, lo que aumenta el riesgo de cáncer. En estudios animales, se ha demostrado que la exposición prolongada a estos productos químicos puede inducir el crecimiento de tumores en órganos como la mama, el hígado y la próstata.
4. Inflamación y estrés oxidativo
Los microplásticos que se acumulan en el cuerpo pueden tener efectos perjudiciales a largo plazo, no solo a través de la toxicidad química directa, sino también a través de la inflamación crónica y el estrés oxidativo. Estos efectos son dos de los principales mecanismos que contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas.
Los microplásticos, cuando son ingeridos o inhalados, pueden generar una acumulación de radicales libres que daña las células y los tejidos. El impacto de la contaminación por plásticos, por ejemplo, el carbonato de calcio, como alternativa más saludable en algunos productos, podría contribuir a la disminución del impacto de los plásticos tradicionales en la salud humana.
También te puede interesar leer: ¿Cuál es el mejor seguro hogar en Chile?: Las 7 mejores

El impacto de la contaminación por plásticos en el sistema digestivo
El sistema digestivo es particularmente vulnerable a los microplásticos. A medida que consumimos alimentos y agua contaminados, los microplásticos pasan a través del tracto gastrointestinal y pueden acumularse en el hígado, los intestinos, e incluso en el tejido adiposo.
Alterar la microbiota intestinal puede tener efectos a largo plazo, ya que se ha vinculado con trastornos como el síndrome del intestino irritable, la obesidad, y las enfermedades inflamatorias intestinales. Aunque los estudios en humanos aún son limitados, los resultados en animales indican que la exposición a microplásticos podría tener un efecto negativo significativo sobre la salud digestiva.
Contaminación por plásticos y el sistema nervioso
El impacto de los plásticos no se limita a los sistemas respiratorio y digestivo. También hay una creciente preocupación por los efectos de los plásticos en el sistema nervioso. Se ha demostrado que el BPA y otros productos químicos presentes en los plásticos tienen un impacto en el desarrollo cerebral, especialmente en fetos y niños.
En los adultos, la exposición a largo plazo a estos productos químicos podría aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson. Aunque se necesitan más investigaciones, los estudios iniciales apuntan a que la exposición a plásticos durante el desarrollo temprano del cerebro puede tener consecuencias a largo plazo en la salud cognitiva.
¿Qué podemos hacer para reducir la exposición a la contaminación por plásticos?
- Reducir el uso de plásticos de un solo uso: Evitar el uso de productos plásticos de un solo uso, como botellas de agua, utensilios, y bolsas plásticas, puede disminuir la cantidad de plástico que termina en el medio ambiente y, eventualmente, en nuestros cuerpos.
- Optar por alternativas ecológicas: Utilizar productos biodegradables, reciclables o reutilizables es una forma de reducir nuestra huella de plástico. Las alternativas como las botellas de vidrio o acero inoxidable, y los productos de madera o bambú, pueden reemplazar los plásticos en muchos casos.
- Consumir alimentos orgánicos y locales: Comprar alimentos frescos y locales reduce el consumo de alimentos envasados en plásticos. Además, los alimentos orgánicos suelen estar menos expuestos a plásticos que los productos procesados.
- Filtrar el agua: Instalar un sistema de filtrado de agua doméstico puede reducir la cantidad de microplásticos presentes en el agua potable.
- Fomentar el reciclaje: Apoyar el reciclaje y la reutilización de plásticos puede ayudar a reducir la cantidad de desechos plásticos que se liberan en el medio ambiente y que eventualmente afectan nuestra salud.
También te puede interesar leer: Ventajas de Implementar Edge Computing

La contaminación del plástico en cifras
Los plásticos, por su durabilidad y bajo costo de producción, se han convertido en un material omnipresente en nuestra vida cotidiana. Los estudios recientes muestran que, si bien materiales como el elastómero termoplástico son populares en la industria, los plásticos tradicionales siguen siendo responsables de la mayoría de la contaminación en el planeta.
- 8 millones de toneladas de plásticos llegan a los océanos cada año, según un informe de la organización Ocean Conservancy. Este volumen de plástico equivale a un camión de basura lleno de plásticos vertido en el océano cada minuto.
- Se estima que para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos, en términos de peso, según un informe de la Fundación Ellen MacArthur. Esto subraya la gravedad de la contaminación por plásticos y su impacto potencial en la biodiversidad marina, ya que el exceso de plásticos puede alterar la vida acuática y poner en peligro a muchas especies.
- Más de 9.2 mil millones de toneladas de plástico han sido producidas desde la década de 1950, y solo alrededor del 9% ha sido reciclado, según un estudio publicado en la revista Science Advances. El resto ha quedado en vertederos, incinerado, o dispersado por el medio ambiente.
- Aproximadamente 100,000 animales marinos mueren cada año debido a la ingestión de plásticos o por quedar atrapados en ellos, según el World Wildlife Fund (WWF).
- Microplásticos: Se ha encontrado que más de 90% del agua embotellada contiene microplásticos, según un estudio realizado por la organización Orb Media en 2018. Este es un claro indicio de cómo los plásticos ya están entrando en nuestra cadena alimentaria, incluso a través de productos que consideramos “seguros”.
¿Cómo detener la contaminación por plástico?
Reducir el uso de plásticos de un solo uso
El plástico de un solo uso, como bolsas plásticas, pajillas, envases de comida y utensilios desechables, es uno de los principales contribuyentes a la contaminación. Fomentar el uso de materiales ecológicos como alternativas biodegradables puede ser clave para frenar este daño al medio ambiente y la salud.
Mejorar el reciclaje de plásticos
El reciclaje es una de las estrategias más efectivas para combatir la contaminación por plásticos, pero los actuales sistemas de reciclaje no son suficientes. Menos del 10% del plástico producido se recicla adecuadamente.
Fomentar la economía circular
La economía circular se basa en la idea de que los productos deben ser diseñados para ser reutilizados, reciclados y reparados, en lugar de ser desechados. En lugar de crear productos plásticos de un solo uso que luego se convierten en residuos, se deben diseñar productos que puedan reincorporarse al ciclo de vida una vez que ya no se necesiten.
Promover el uso de materiales alternativos
El uso de materiales alternativos al plástico puede ser clave para reducir la contaminación. Esto incluye materiales biodegradables, como el plástico de almidón de maíz, el plástico hecho de algas o el plástico hecho de hongos.
Concienciación y educación pública
Para abordar la contaminación por plásticos, es fundamental fomentar una mayor concienciación pública. Las campañas de educación y sensibilización pueden informar a las personas sobre los peligros de la contaminación plástica y motivarlas a cambiar sus hábitos de consumo.
También te puede interesar leer: Negocio desde casa: herramientas de marketing educativo

Conclusión
La contaminación por plásticos es un problema grave que afecta tanto al medio ambiente como a nuestra salud. Desde los efectos tóxicos del BPA y los disruptores endocrinos, hasta los riesgos de enfermedades neurodegenerativas y el impacto sobre el sistema digestivo, el plástico está más presente en nuestra vida de lo que creemos.
Es fundamental tomar medidas para reducir la producción y el consumo de plásticos, y al mismo tiempo, promover la educación sobre los peligros que estos representan para nuestra salud y el medio ambiente. Solo a través de un esfuerzo colectivo podremos mitigar los efectos negativos de la contaminación por plásticos y proteger tanto nuestro planeta como nuestra salud a largo plazo.